Archivo mensual: enero 2009

AA.VV. – Mares tenebrosos

Tras una serie de lecturas poco menos que decepcionantes me dije que iba a cambiar de aires, a abandonar la literatura ‘de género’. La idea consistía en desintoxicarme un poco, que mi cerebro regresara a la cruda realidad, o al menos que se alejara un poco de la fantasía.

Pero no pudo ser: me estaba aguardando en la estantería de los ‘a la espera’ (mi pila consiste en toda una estantería). Como decía, allí estaba él, grueso y de lomo negro, con ese sugerente título tentándome. Mordí el anzuelo, sí. Vaya si lo mordí: hasta dentro y con placer. Tragué y tragué, anzuelo, sedal y poco faltó para que también la caña. Los Mares tenebrosos que reza su lomo me han devuelto a Santander y a la vida con el mar cerca, ese mar que veía desde mi ventana, a las tardes de verano interrumpidas por galernas, a la contemplación de la bahía y su continuo tráfico de buques, a las veces que me preguntaba qué habrá más allá de ese horizonte liso, en ocasiones de un verde cálido, otras de un triste azul o un funesto gris… el mar.

Esa compilación de Valdemar ha resultado, en pocas palabras, una delicia. No voy a hablar de todos los relatos pero sí voy a resaltar algunos, ya por su calidad, ya por la falta de ella o por algún detalle curioso.

Tras una introducción y una pequeña compilación de poesía (a la que tengo justificada fobia), como primer texto interesante nos encontramos ‘La noche del océano’, de Robert Barlow y H. P. Lovecraft. Se trata de un relato curioso, más que nada ambiental, con la huella clara de Lovecraft a lo largo de sus páginas, sobre todo en la inquietante descripción de presencias. Para los completistas (como yo) del profeta oscuro de Providence, imprescindible.

Leyendo ‘Un barco maldito’, de Joshua Show, nos encontramos con un magnífico cuento marinero, de esos que muy bien se podría haber contado sobre la cubierta de un barco a los largo de los varios miles de años que lleva el hombre surcando los mares. La calma chicha siempre ha existido, con su carga de horror vago, de angustia. Además el relato cuenta con una final soberbio, deliciosamente inquietante.

No se puede decir nada nuevo de ‘Una voz en la noche’, la aterradora joya de Hodgson y absoluto clásico del horror marítimo. Imprescindible y, por más veces que se lea, una auténtica delicia, una lección de cómo con pocas palabras se describe la angustia y desesperación más patéticas.

Por el contrario ‘La isla de los hongos’, de Philip M. Fisher, falla precisamente por eso: por enseñar demasiado, por revolcarse en la temática dándola forma, color e incluso sabor. Cierto, se guarda algunos misterios para sí, mas en general no consigue crear esa sensación de horror y fatalidad que rezuma la obra de Hodgson, en la que se basa.

De los dos relatos de Howard sólo se puede hablar bien, sobre todo del de ‘Maldición marina’, cargado de aires tradicionales y desarrollado de una manera casera, hogareña, como lo haría una abuela ante sus nietos.

La presencia en la recopilación de ‘El misterio del Vislatek’, del español Óscar Sacristán, casi se puede decir que es eso, un misterio. Este relato largo, casi novela corta, supongo que justifica su inclusión por el inicio y desarrollo de la historia, dado que no por su desenlace malo, realmente malo. Por fortuna la ambientación, que en cierta manera nos recuerda el fatal viaje del Démeter, crea una atmósfera opresiva que le da un pase.

Pero si hay un relato de injustificada presencia en la recopilación ése es ‘El otro lado de la montaña’, de Michel Bernanos. Serviría como homenaje, salvando las distancias, a ‘La Tierra de la Noche Eterna‘, también de Hodgson, o a ‘La narración de Arthur Gordon Pym‘, de Poe. Pero ¿qué hace aquí? Más aun, el estilo y desarrollo es totalmente anacrónico, dándole un tufo a pastiche de novato. No, decididamente no.

Otro autor español, y de renombre (Vicente Blasco Ibáñez), aparece en la compilación con el relato ‘¡Hombre al agua!’, demostrando a la perfección la validez del dicho ese de hazte fama y échate a dormir. Si lo firmara otro autor no estaría recogido en el libro… o quizá sí, viendo los precedentes.

‘El barco que vio un fantasma’, de Frank Norris, destaca por su original tratamiento de la víctima del pavor, y cómo este afecta a los ambientes marineros.

De la colaboración de John B. Ford y Simon Clark surge ‘El pecio de la muerte’, pastiche lovecraftiano adolescente que poco aporta.

Por fortuna ‘El buque fantasma’ de Richard Middleton nos arranca una sonrisa en este final de la compilación. Su relato al puro estilo sainete es gracioso, con toques surrealistas y cómicos.

El libro concluye con un no exhaustivo pero sí útil glosario de términos marinos, además de varios gráficos ilustrativos.

En resumen, Mares tenebrosos en su conjunto es una muy buena lectura, un libro completamente recomendable que posiblemente releeré más de una vez. Y dado el volumen de mi pila no puedo regalarle un piropo mejor.

Retomando viejas profecías

Hola, culebras.

Este post puede decirse que es sólo un recordatorio de un par de temas aún inconclusos:

  1. ¿Será mañana un día histórico de verdad? Pero de verdad de la buena, no como todas esas mamonadas que se escuchan por ahí estos días (que si ‘es el día mas feliz de mi vida’ [sic], etc.), estupideces que sólo pueden partir de un pueblo tan paleto, superficial y voluble como el formado por el  norteamericano medio. ¿Sucederá mañana el magnicidio? Así de entrada ya han detenido a un mamón que decía que había que matar a Obama. Ese es el subnormal que habló en voz alta: ¿cuantos rednecks no lo dijeron pero sí lo pensaron? ¿Alguno lo intentará? Puede que mañana lo veamos. Preparen las palomitas, tengan listos los vídeos (o grabadores de divx, que hay que modernizarse :P), que puede que sean testigos de un hecho histórico.
  2. Por un lado los sindicatos ya han saludo a la calle con manifestaciones más o menos masivas; la crisis sigue galopando a sus anchas por todo el planeta; los despidos y ERE siguen sucediendo. Pero por otro lado el temido EURIBOR ha bajado, tarde para algunos (como unos vecinos míos que se han visto obligados a ‘vender’ su piso al banco, agobiados por la letra), no tan tarde para otros que han pillado ya cacho de esa rebaja. En definitiva, las premisas de mi porra de la revolución han cambiado en parte, lo que implica que, a mi entender, la cosa puede que se retrase seis meses (vamos, o estalla ya o entonces hay que hablar de esos seis meses de prórroga). Así, de no suceder en menos de un mes la revolución, creo que el momento clave puede que llegar a finales de verano o inicios de otoño: cuando la paga extra de verano se agote. Si la gente ha aprendido un poco puede que incluso resistan hasta navidad, pero más allá de ese punto ya no sólo el EURIBOR debe mejorar, sino también el tema laboral. Y eso depende el auténtico demonio de la crisis: el empresario. Una cosa es que un organismo oficial haga algo (que el Banco Europeo baje los tipos),  y otra muy diferente el que otros tipos (totalmente privados y que se dedican a un sólo objetivo: obtener su propio beneficio) hagan algo por mejorar la situación general. ¿Darán un respiro los empresarios al sistema reduciendo margen beneficios para evitar despidos o seguirán como ahora, manteniendo ese margen de ganancia a cualquier coste, despidos incluidos? Ahora la pelota está en su tejado. Por lo que se ve, y tomando como ejemplo los bancos, se la han quedado (junto con la pasta que les han entregado los gobiernos) y parece que no piensan soltarla. Es suya, su peloooooooooota. Ellos se hundirán, los últimos pero se hundirán. Y que yo lo vea.

Ale, ya estás repasados esos dos temas tan jodidamente humanos. A ver qué nos deparan estos meses.

Ta luego, culebrillas.

Carrefouronline = Seur = basura (II)

Hola, culebras.

Hace ya unos días empezó esta historia, y aun no ha terminado. En esa primera vez la situación quedó en fase b), paquete que el repartidor de Seur se había negado a recoger, y a la espera de la espera de la fase c), segunda recogida por parte del repartidor.

Bien, la fase c) se llevó a cabo sin problemas el día esperado (29 de diciembre) a una hora cercana a las 18:00. No resultó un encuentro cordial, más que nada porque ante nuestra puerta se presentó el mismo impresentable individuo que dio la espantada la otra vez.

Ahora mismo (5 de enero de 2009, a las 16:23) mi banco me informa de que carrefouronline me ha realizado un ingreso por… ¿92.05€? ¿Dónde cojones estan los 6.95 restantes? Seguro que los muy hijos de perra me han cobrado los portes de la devolución del cacharro que nunca funcionó (recordar que, como dice en la propia web, al ser causa la devolución de carrefouronline los portes los pagan ellos. De hecho así nos lo dijo, bien claro, la telefonista). La fase d) se ha realizado, pero a medias.

Esto no puede quedar así.

Ante este continuado despropósito ya he preparado y enviado respuesta (a la dirección oficial, y me niego a gastarme más dinero con putos teléfonos 902):

Muy señores míos: me acaba de llegar un ingreso a cuenta de 92.05€, cuando el importe del susodicho artículo es de 99€.

Les recuerdo que traté de devolver el artículo en los primeros siete días tras su compra, y que si no se hizo en ese plazo fue debido a la incompetencia de su empresa transportista, SEUR.

Ruego me ingresen los 6.95€ restantes a más tardar este viernes 9 de enero de 2008. En caso contrario cursaré la correspondiente denuncia ante consumo, en la que además irá incluida el importe en llamadas a teléfonos 902 suyos, llamadas provocadas por su incompetencia y mal servicio.

Atentamente,

Francisco Ruiz Fernández.

P.D.: Tengan por seguro que una vez acabe todo este asunto procederé a darme de baja de todos sus servicios. Les enviaré un notificación formal para que, en virtud de la L.O.P.D., me den de baja de todos sus sistemas y bases de datos.

Por supuesto, visto lo visto, no espero contestación alguna por su parte (viva la atención al cliente). Prepararé los documentos para tramitar la denuncia. Si ha de tirarme de nuevo meses tramitando denuncias lo haré, pero esta gente no se va a quedar así por le morro con mi dinero. Gracias a Antonio por el enlace de Consumo acerca de cómo realizar una reclamación en Madrid. Me va a resultar muy util, seguro.

Veo que esto aun no acaba… ¡qué divertido fin e inicio de año! ¡Demos las gracias a Carrefouronline = Seur = basura! Está visto que en esta mierda de pais sólo puedes realizar compras a distancia si asumes lo siguiente:

  • si lo comprado está bien, todo perfecto,
  • si hay algo mal, te lo vas a comer con patatas o prepárate para vivir un pequeño infierno

¿Solución de mi mujer? Muy salomónica ella, dice que lo mejor es no comprar nunca más cosas ‘serias’ ni por catálogo ni en internet: sólo en tienda física y a tomar por culo. Dice que si hay que montar un pollo mejor tener un careto humano delante al que escupir (lo de escupir es mío: ella lo ha dicho de una manera más fina y elegante). Viva el avance en tecnologías: por culpa del mal servicio de las empresas la brecha tecnológica se agranda y el españolito de a pie sigue desconfiando de comprar ‘en el internext ese’.

A ver si con un poco de suerte consigo colarme arriba en las búsquedas de google de carrefouronline, para que la gente vea estos posts y sepa a qué atenerse antes de trabajar con esta escoria.

Me voy a comer un pedazo de roscón, a ver si así se me quita la mala leche.

Adios.