De la degeneración de un ambiente

Hola, culebras.

Un comentario rápido y, según se vea, incluso viejuno.

Este sábado pasado acudí (tras cosa de un año sin hacerlo) a un par de garitos goticosos. En concreto a los dos sesiones del 666, primero la del Wing y luego la del Moon. Y la impresión que me dieron, como sesión musical, no es decepcionante porque para ello habría debido guardar alguna esperanza; lo que hizo fue directamente inspirarme pena, pena por las nuevas generaciones que crecen con ‘eso’ sonando en los PAs: música deshilvanada por patéticas criaturas que se autoproclaman pinchas (Djs, como dicen de unos años para acá), entes patéticos incapaces de dirigir una sesión decente, ghules que sólo saben pulsar la tecla random de los reproductores, juntando Alaska con Eurythmics y luego Rammstein como si nada.

No quiero hacer apología de tiempos pasados, pero hubo un par de años en los que realmente disfrutaba con lo que oía/bailaba en los sitios: sesiones de Voltteretto (esa acojonante del Bunkertag en la que presentó el Untold Blasphemies de Hocico [todavía recuerdo que los compases iniciales la canción, esa primera vez que la oí, me pusieron la piel de gallina], sesión en la que estuvimos literalmente cuatro matados, y yo conocía a la mitad de ellos), de FeydZor, incluso de JuanLu (a lo que llega esto para añorarle 😛 ). si alguna vez incluso llegaron a poner a Decoded Feedback y mi adorado Phoenix (vale, sí, el primer día Zor lo pinchó porque le dí un CD con ese tema 😛 )… tiempos en los que la gente que nos gustaba la electrónica agresiva teníamos sitios donde bailarla (Vamp Cave, por ejemplo, y ‘el garito ese que estaba en el metro de Palos de la Frontera’ 😛 ).

Coño, al final sí he hecho apología del pasado.

Nunca he sido pincha, pero estoy seguro que casi a ciegas, y sólo con la música que tengo por casa, conseguiría crear una sesión de dos horas más o menos decente, con una buena y estructurada progresión del sonido goticoso más clasicorro al darkwave o noise más burro (nada que ver con estos DJ random que padecí el otro día: pena me da la gente que ‘crece’ con estas sesiones sin dirección ni sentido). Pero dado que nunca me han dado esa oportunidad, ni me la darán, no lo sabré, como sí sé que esas almas en pena que se alzan tras los platos sólo merecen un destino: una larga sesión en el purgatorio, a ver si allí aprenden algo.

Chau.

PD: Sigo esperando escuchar Panzer AG o Dismantled

PD 2: que mi otra faceta me perdone 😉 No está olvidado ese dios, no… ¡jamás!

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