Retomando viejas profecías

Hola, culebras.

Este post puede decirse que es sólo un recordatorio de un par de temas aún inconclusos:

  1. ¿Será mañana un día histórico de verdad? Pero de verdad de la buena, no como todas esas mamonadas que se escuchan por ahí estos días (que si ‘es el día mas feliz de mi vida’ [sic], etc.), estupideces que sólo pueden partir de un pueblo tan paleto, superficial y voluble como el formado por el  norteamericano medio. ¿Sucederá mañana el magnicidio? Así de entrada ya han detenido a un mamón que decía que había que matar a Obama. Ese es el subnormal que habló en voz alta: ¿cuantos rednecks no lo dijeron pero sí lo pensaron? ¿Alguno lo intentará? Puede que mañana lo veamos. Preparen las palomitas, tengan listos los vídeos (o grabadores de divx, que hay que modernizarse :P), que puede que sean testigos de un hecho histórico.
  2. Por un lado los sindicatos ya han saludo a la calle con manifestaciones más o menos masivas; la crisis sigue galopando a sus anchas por todo el planeta; los despidos y ERE siguen sucediendo. Pero por otro lado el temido EURIBOR ha bajado, tarde para algunos (como unos vecinos míos que se han visto obligados a ‘vender’ su piso al banco, agobiados por la letra), no tan tarde para otros que han pillado ya cacho de esa rebaja. En definitiva, las premisas de mi porra de la revolución han cambiado en parte, lo que implica que, a mi entender, la cosa puede que se retrase seis meses (vamos, o estalla ya o entonces hay que hablar de esos seis meses de prórroga). Así, de no suceder en menos de un mes la revolución, creo que el momento clave puede que llegar a finales de verano o inicios de otoño: cuando la paga extra de verano se agote. Si la gente ha aprendido un poco puede que incluso resistan hasta navidad, pero más allá de ese punto ya no sólo el EURIBOR debe mejorar, sino también el tema laboral. Y eso depende el auténtico demonio de la crisis: el empresario. Una cosa es que un organismo oficial haga algo (que el Banco Europeo baje los tipos),  y otra muy diferente el que otros tipos (totalmente privados y que se dedican a un sólo objetivo: obtener su propio beneficio) hagan algo por mejorar la situación general. ¿Darán un respiro los empresarios al sistema reduciendo margen beneficios para evitar despidos o seguirán como ahora, manteniendo ese margen de ganancia a cualquier coste, despidos incluidos? Ahora la pelota está en su tejado. Por lo que se ve, y tomando como ejemplo los bancos, se la han quedado (junto con la pasta que les han entregado los gobiernos) y parece que no piensan soltarla. Es suya, su peloooooooooota. Ellos se hundirán, los últimos pero se hundirán. Y que yo lo vea.

Ale, ya estás repasados esos dos temas tan jodidamente humanos. A ver qué nos deparan estos meses.

Ta luego, culebrillas.

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