A la sazón de clásicos que se leen de una sentada (y la ‘censura’ asociada)

Hola, ofidios.

Poniéndome al día con los varios miles de entradas pendientes que tengo en mi GoogleReader me topé con el sugerente (y para mí ineludible) título de Once clásicos de la literatura que se leen de una sentada y, como no, piqué y leí. Y tras la lectura me puse a redactar un comentario. Y redactando el comentario, viendo cómo se hinchaba, acabé cayendo en este pecado tan internetero que es el ‘no comento y me llevo mi opinión a mi cueva, a mi blog’. Pues en eso estoy 🙂 He dejado una versión reducida del comentario en la web de cookingideas.es, y el resto me lo quedo yo aquí.

¿Que escribía yo como respuesta a esa no muy afortunada entrada de la gente de cookingideas.es?

Pues que de la lista de once ‘clásicos’ sólo he leído de ellos:

Bueno, tres lecturas, tres opiniones: discutibles en su justa medida.

Pero tras poner esto yo ya empecé a desbarrar (a mi estilo), y lo que en principio era un simple comentario a una entrada intrascendente se volvió un rollo de los míos, no menos intranscendente.

¿Realmente la lista contiene ‘clásicos’, como ‘Que se tiene por modelo digno de imitación en cualquier arte o ciencia’ (RAE, definición 3ª)? Me da a mí que no: ¿se acordará alguien de La carretera dentro de x años? Lo dudo (y encumbrar, como hacen muchos, como clásico un libro simplemente por haber acabado en las pantallas de cine se revela como un criterio de cretinos). ¿Y qué decir de El niño del pijama de rayas? Lo admito, no lo he leído. Pero también declaro que jamás lo leeré: mi vida es muy corta y tengo muy poco tiempo como para perderlo leyendo libros diseñados para venderse como churros. Y eso que, por desgracia, aun así acabo leyéndome truños. Si ese libro se merece el calificativo de ‘clásico’ entonces todos best sellers (mejores-ventas, al estilo F. Ontanaya XD) son clásicos. Un criterio muy corto de miras. De nuevo estamos ante los criterios cretinos.

Sigo con el desparrame, ahora ya desenfrenado porque hablo de mi afición, de mi vicio: los libros.

¿Un libro clásico de verdad que se lee en un santiamén y te deja con ganas de más, de mucho más? No lo dudé ni un segundo: La luna es una cruel amante‘, de R. Heinlein. O, por recomendar otro, uno de los volúmenes de la Trilogía de la Catástrofe de Brunner: Rebaño ciego. O el Frankenstein de M.W. Shelley. O Radix de Attanasio (haciendo suyo de manera magistral el artículo de ‘Emperador de todas la cosas’, de Spinrad).

Tras poner esto me callé XDDDDDDDDDDDDDDD Y solté lo de ‘me llevo esto a mi blog, de paso, para ampliarlo’ XD Y en eso estoy: en mi caverna pedicando al desierto.

Pero, aun así, antes de abandonar el comentario no pude evitar dejar una nueva apostilla como posdata: no puedo evitar no acabar este comentario sin recomendar El terror de Dan Simmons. Absorbente es decir poco. Y muy bien ambientado/documentado: se masca el ambiente de la expedición y de los H.M.S. Erebus y H.M.S. Terror.

Aquí acaba mi perorata bibliófila. Si es que no puedo ponerme a hablar de libros, que me pierdo.

Adiós.

PD: En el asunto de esta misma entrada pongo «(y la ‘censura’ asociada)». ¿Por qué? Pues porque porque mientras redactaba esta entrada ampliada, y tras colgar el comentario en el blog de coockingideas.es veo que me han borrado el comentario. En un primer lugar está y queda subido, pero una horas después refresco la página y ¡sorpresa! lo han borrado. ¿coockingideas.es borra comentarios? ¿Lo hace con los que aportan más información (o al menos datos distintos) que la suya? Porque ya ha habido otros en el mismo post que han atacado el que hayan calificado a El niño como clásico. Si es que les hay tontos… Supongo que también borrarán el pingback que genere esta entrada del blog. Que les den. Será por blogs en internet. Por si acaso ya tengo la captura del pingback. Ale.

PD 8/4/2013: Bueno, acaba de llegar a esta entrada un comentario (8 abril 2013 a las 9:05 am) de Iñaki Berazaluce, que se presenta como coordinador de contenidos de cookingideas.es. En él explica algo acerca de cómo se juntaron la palabra ‘clásico’ y ‘El niño con el pijama de rayas’: el colaborador se emocionó y confundió clásico con ‘me gusta mucho’. De igual manera me confirma que el comentario original mío ha sido recuperado y vuelve a aparecer, explicándome que se debió tratar de un error al considerarlo spam. Supongo que ese filtro podría haber saltado al contar el número de enlaces insertos en el comentario… pero se me hace raro que el detector de spam saltar tiempo después de estar el comentario publicado y no justo cuando lo subí. Supongo que el ‘robot antispam’ estaba en ese momento espeso por la falta de café y no leyó que los enlaces llevaban a contenidos reales y no a un ‘vendo Viagra’. Eso me pasa por tratar de argumentar mis comentarios con más contenido y no con un llano, facebookero y triste ‘me gusta’. De todas maneras es de agradecer su respuesta. Ahora sólo les falta añadir en la entrada una PD explicando lo mismo que me ha explicado a mí: lo del spam que no es spam (si bien, la verdad sea dicha, eso le importa a muy pocos, por no decir a nadie), asó como las razones para la inserción como clásico de ‘El niño’… y dar una colleja al ‘colaborador’ que cometió semejante tontería.

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