Hola, culebras.
Hace ya años me leí Malacandra, la primera entrega de esta saga, y tengo un muy buen recuerdo del libro. Eso me llevó a seguir con esta segunda parte. Esperaba más aventuras de Ransom en otro planeta extraño y sugerente como el Marte de la primera entrega.
¡Iluso! ¡Infeliz! Perelandra es un libro profundamente cristiano, religioso, con toques filosóficos respecto a la naturaleza del ser humano, su relación con la mujer y la intervención del demonio en todo ello. Un libro que sólo es capaz de entenderse en todo su mensaje desde un punto de vista puramente cristiano. En definitiva, un tostón para alguien profundamente ateo como yo. Al menos me salvó y algo amplio conocimiento de la religión cristiana (ocho años en un colegio de curas, entre otras cosas, dejan huella) me permitió captar los devaneos que nos planta Lewis en su obra. Pero no implica que me gustase.
No me voy a abundar más en un libro que leí con excesiva rapidez, casi deseando que pasaran las páginas. Seguramente alguien más receptivo lo habrá sacado más jugo, e incluso apreciado. Yo no. Tengo en la pila la tercera parte de la saga, y la verdad es que no sé si algún día me atreveré a agarrarlo. Uno es valiente (literariamente hablando), pero cada día huye más del masoquismo.