Hola, ofidios.
Aunque leyendo el título de esta entradilla (y su etiqueta asociada) parecería que se trata de muchos autores o de un libro de relatos, la verdad es que ni una cosa, ni otra. El libro lo han escrito sólo dos autores, Lin Carter y L. Sprague de Camp, algo que se contradice con el nombre que aparece en la portada, el de Howard (práctica por parte de la editorial que yo consideraría engañosa para con el lector, haciéndole creer que va a leerán obra directa de Howard). Por otro lado, al aparecer el nombre del tejano, uno se espera relatos: ahí radica el segundo ‘engaño’, ya que en el interior del libro lo que nos encontramos es un trabajo novelizado de seguidores sobre sus notas. En efecto, Conan el bucanero es una novela.
Pero bueno, dejemos esos deslices de editorial no del todo seria y entremos en harina. Como todo lo que hasta ahora ha pasado por mis manos sobre el cimmerio, nos encontramos con una lectura rápida, sencilla y carente de florituras, con personajes planos (ni siquiera esbozos), pero en la que destaca una historia llena de acción, con buenos buenosos, malos malosos, bichos bichosos y acción acciosa. Literatura juvenil perfecta para evadirse.
Este Conan el bucanero de Carter y de Camp no aporta prácticamente nada al personaje, salvo rellenar un muy breve periodo de su vida. A lo sumo destacar la presencia de Toth-Amon, el que se acabará convirtiendo en la némesis por excelencia de Conan. Nos reencontramos con Juma (no tengo la novela anterior en la que aparece el kushita, pero lo recuerdo de cuando leía La espada salvaje de Conan).
A lo amantes del HPL les hará gracia ver como los autores han continuado con los guiños al de Providence, tan frecuentes entre las obras de los miembros del círculo de Lovecraft, insertando a Tsathoggua.
Un ejercicio ligero de lectura, recomendable pero sin destacar, ideal para pasar un buen rato. Sin duda una agradable manera de acabar las lecturas del año.
La próxima entrada de libros (y seguramente del blog, ya que casi se puede decir que sólo consta de reseñas), será el balance de lecturas del año, el primero que hago desde que he empezado con esta sección. Todo ello si, claro, no me acabo antes el que tengo entre manos (Y mañana serán clones, de Varley), pero vistas las fechas en las que estamos dudo mucho que tenga tiempo para ello.
Hasta luego.