Hola, culebras.Hoy es, si no un día triste, sí al menos un día especial. Hoy acaba el funesto año 2009, en el que una palabra que empieza por ‘cri’ ha golpeado a mucha gente, y ha enriquecido a otra tanta.
El año ya termina, y con él se va un aglutinador involuntario de gente, un catalizador de experiencias sorprendentes (muchas veces surrealista), una entidad que sin quererlo ni beberlo ha creado un grupo de personas singular. Grupo Apex ha conformado, por fuerza, un grupo de magníficos profesionales y mejores personas. Digo ‘por fuerza’ ya que la empresa ha llegado hasta hoy gracias al esfuerzo de los trabajadores, que siempre han tenido que luchar con la inoperancia, dejadez o rotunda incompetencia de los superiores, expropietarios incluidos. La empresa ha seguido adelante gracias a que los del escalafón más bajo han capeado viento y marea para sacar adelante su trabajo, incluso a pesar de los jefes.
Esas circunstancias, al cabo de los años, han cristalizado en un grupo humano con vínculos que muchas veces van más allá de lo meramente profesional. Entre esa gente hay caracteres de todos los tipos y colores, personas cada una con sus rarezas, defectos y sus virtudes, pero muchas de ellas inolvidables. Algunas de esas personas quedarán en nuestro recuerdo por su zafia e infantil maldad (y no puedo dejar de pensar en M.B.C.), otras… se las recordará por muchas otras cosas, una gran cantidad de ellas loables.
Desde mi entrada en esa empresa han pasado ya más de nueve años, la mayor parte de ellos en contacto directo con muchos de los miembros de ese grupo humano. Gracias a ellos se han superado muchos días difíciles con una sonrisa (incluso a pesar de que, en los últimos tiempos, algunos han intentado sembrar el terror y el malestar).
Esta entrada del blog la escribo para ellos, para la gente que realmente es Apex, para todos ellos: para los que han estado y ya no están y para los que aun estamos en este último día. Sois especiales, habéis creado algo único en torno a un nombre poco agraciado (elegido simplemente para aparecer en las primeras páginas de los listados, sic).
No pretendo dar una lista de nombres, pero ya que uno de los artistas presentes en el grupo fue componiendo sin prisa alguna este desenfadado y humilde grupo de caricaturas, lo pongo aquí para vuestro disfrute. En el dibujo aparecen algunos de los del grupo, pero muchos otros no están. No por ello los ausentes son menos, ni los presentes en el boceto más: simplemente estaban allí, a mano del autor.
Hoy Grupo Apex deja de existir como tal, fagocitada por una empresa líder en su sector… sector (nadie sabe decir cuál es ese sector en el que la susodicha empresa se supone es líder por encima de todas las demás) Pero la herencia de Apex no es lo que algún gabacho incompetente pierde clientes dijo en cierta ocasión: la auténtica herencia de Apex está en su gente, tenga aun nómina con ese C.I.F. o con otro. Apex ha muerto: ¡viva Apex!
Por vosotros, por todos. Salud y que nos sigamos viendo como el pasado día 18.
2 Respuestas a “Un adiós especial”