Hola ofidios.
Regreso a Dan Simmons tras muchos años sin leerlo. Lo último que leí de él fue Fases de gravedad, un libro que me supuso un chasco, más que nada porque esperaba una cosa (idea preconcebida) y me encontré algo realmente diferente. Tras esa lectura no me recomendaron leer la saga de Endymion, y la saga de Troya no me atrae absolutamente nada (y menos aun por la forma en que la han publicado aquí en EsPPaña). Pero tras haber leído hace poco El lobo de mar este libro me llamó la atención.
He de aclarar que compré el libro con un poco de resquemor: está incluído en la colección de ‘histórica’, con lo cual eso me esperaba, una novela realista más o menos acertada. ¿Qué me he encontrado en El terror? Pues una joya que no llega a la categoría de obra maestra por poco. Una historia magnífica, absorbente. La presencia del frío, del polo, como un personaje más, dibujado como una personalidad propia e implacable, el auténtico protagonista de la historia. La lucha entre el hombre y la naturaleza. Y la derrota (con trazos de gloria y patetismo) como otro miembro de la tripulación.
Entre medias, acechando en torno a toda esa desolación, algo. Mientras las páginas avanzan uno se ve más y más inmerso en un paisaje, en una ambientación, que ya la hubiera firmado el mejor HPL (del que veo que todavía no he metido ninguna reseña en la nueva encarnación del blog: cosas de haberme leído casi toda su obra). Las páginas vuelan y al tiempo que quedan atrás uno descubre algo más: la criatura no importa, casi es lo de menos: lo que realmente interesa radica en la lucha entre el hombre y ese entorno inmisericorde.
Por desgracia en la última sección el libro se desinfla con una innecesaria explicación, una parrafada que ensucia el resto de las páginas. Todo ese rollo jippi sobra por completo.
Pero lo peor, sin duda, es el editor… o la ausencia del mismo. ¿Quién tiene la culpa de ese estilo tan horrible? ¿Simmons y su editor yanqui, o el traductor y el editor español? Lo ignoro, pero la falta de unas galeradas, de una corrección de estilo, ensombrece el libro por encima de todo. Otro detalle que habla mal, y en esta ocasión el culpable sin lugar a dudas es el editor español, es el de colocar este libro dentro de ‘histórica’. Sin duda el encargado de esta clasificación no se he leído el libro (ni siquiera las primeras cien páginas) y no se ha dejado orientar por alguien que sí lo haya leído. Se trata de un libro de terror, y más concretamente rayano al concepto de horror cósmico de Lovecraft. Sí, usa personajes históricos, unos hombres cuya epopeya (por cierto, ovejas eléctricas es lectura obligada) sin duda supone material para una obra realista, pero no es realista: el libro entra del género de lo fantástico.
Aun con todo, sólo por el fondo (sin tener en cuenta la forma), recibe un muy meritorio 8.