Hola, culebrillas.
De este autor canadiense, Robert J. Sawyer, ya había leído algún que otro relato (sobre todo en los U.P.C.), pero ninguna novela. Así que cuando me encontré esta obra de raro nombre, Starplex, a un precio realmente bajo (tres euritos) no lo dudé. No conocía la editorial ni la colección, lo cual de entrada me daba un poquillo de miedo: a ver si se trataba de una edición cutre con una traducción googleada o similar. Pero por fortuna no acerté: hay algunas erratas pero nada grave.
El inicio de la novela recuerda un poco a las de Robert L. Forward, con sus diagramas orientativos, si bien en esta ocasión no acaban de aportar nada especialmente interesante a la novela. Ésta empieza de manera algo torpe, con un uso de cursiva y un flashback que no me acaban de convencer: la secuencia de hechos y la manera gráfica de identificarlos (cursiva para ‘lo más actual’ y tipografía normal para el flashback) al principio me hizo dudar de si se narraba uno, dos o tres momentos de acción distintos.
Salvando esos detalles pijoteros la novela arranca más o menos bien, planteando una doble intriga. Pero por desgracia a medida que se avanza una de las dos incógnitas (la que se plantea en la sección de cursiva) parece quedar olvidada por el autor. Mientras tanto la sección ‘no cursiva’ se prolonga en lo que se asemeja a un episodio de la serie clásica de Star Trek, con un Kirk discutiendo con una mezcla de Spock con rasgos klingon. El spoiler inicial que se marca la propia novela hace que lo que quizá intentó el autor fuera un momento álgido se convierte en algo así como ‘sí, que sé que va a pasar esto: adórnalo bien para que no me aburra’.
Por fortuna al final la novela retoma el ritmo y nos plantea un escenario final realmente jugoso, incluso grandioso (por la escala). Se acaban las páginas y me queda un sabor agridulce, como de una historia con un buen trasfondo, una idea base muy buena, pero mal llevada. Habrá que intentarlo con otra obra de este autor, a ver si mejora.
Al final la pongo un siete justico, dado que un seis me parecería poco.
Un saludo.