Archivo mensual: enero 2011

Horace Walpole – El castillo de Otranto

Hola, ofidios.

Acercándome al inicio más inicio de lo gótico, en esta ocasión me acerco al El castillo de Otranto, de Horace Walpole.
No hay que buscar mucho para saber que académicamente se le considera el inicio de todo un estilo, un género caracterizado por lo espectral, lo arquitectónico, lo atmosférico, aspecto que ya conocía… pero como esencia del género también están los sentimientos exacerbados y los enredos de cama y/o linaje, algo que siempre ha asociado al melodrama y la novela romántica.

Todo ello está presente en Otranto: presencias fantasmagóricas e inexplicables; catacumbas, pasadizos, castillos y naves eclesiásticas; oscuridad, lobreguez y humedad. Eso por un lado. Por otro unos personajes exagerados y maniqueos que siembran la novela de diálogos increíblemente afectados, tanto que rozan el ridículo. ¿Hablaba y pensaba la nobleza de finales del s. XVIII así? No lo sé, pero podría creerlo vista la manera de hablar y actuar de los pijos de ahora, esas criaturas que por no salir de su burbuja forrada de dinero siguen soltando el ‘oigh’ en cada frase que mal pronuncian.

La mezcla de esos elementos se ve que sorprendieron y encantaron en su momento, hasta llegar al punto de que a raíz del libro se creó todo un estilo lleno de seguidores, estilo que (con las modificaciones del paso del tiempo) ha llegado hasta ahora. Pero al César lo que es del César: el estilo general del libro casi parece escrito por un niño de primaria. Los ya citados diálogos exagerados y mal llevados, descripciones simplonas y ambientación casi nula, junto a un sentido del ritmo poco menos que completamente desacompasado. Eso, junto a que ha envejecido pésimamente, hace de esta lectura un ejercicio más que nada académico, carente de interés para un lector actual que busque el ‘disfrute’ del texto.

Por todo ello se lleva un raspadito 5: sin duda en manos de otro autor más experimentado habría quedado un texto más presentable, pero es que quien tuvo la idea fue Walpole, y no daba para más. Ni para menos.

Chau.

John Brunner – Rebaño ciego

Hola, culebras.

Con otro Brunner he topado en la pila, otro tocho que nos presenta una visión pesimista del futuro: Rebaño ciego.  ¿Qué se puede decir de las historias de estas ovejas descarriadas? Pues mucho, y todo muy bueno. O muy malo, según se interprete. Muy bueno porque la manera que el autor usa para llevarnos a ese mundo triste y patético es detallista y, por desgracia, realista; muy malo porque desde el primer momento casi se sabe que hagan lo que hagan esos desgraciados, el libro sólo puede tener un final. Cuando ese final llega lo hace con un cinismo y una amargura soberbias, magistrales, por completo inglesas. Chapó.

La galería de personajes es amplia y de espectro variado, como ya ocurriera en Todos sobre Zanzibar, un conjunto de individuos arrastrados por la marea de un tiempo que más que vivir lo único que permite es sobremalvivir. El autor no deja títere con cabeza, atacando a la clase política (presentándonos un Prexy que casi lleva tatuado en la frente la palabra Arbusto), militar, periodística, industrial, al simple populacho… Incluso a los ecologistas. Nadie sale bien parado en esa magistral obra de arte.

Publicado cuatro años después de Todos sobre Zanzibar, Rebaño ciego mantiene ese estilo de enorme y enrevesado nudo gordiano haciéndonos viajar a través de varias historias independientes pero que según avanza la historia se entrelazan. Como matiz más llamativo en su relación con Zanzibar aquí también aparece un ordenador y un individuo que busca en él la solución. Pero en esta ocasión no se presenta un Alejandro Magno capaz de desfacer el entuerto a golpe de espada, ni un programa informático que apunte a una solución más o menos severa. Al contrario, y esto casi se puede decir que es un poco destripar la novela (sí, estoy avisando), el último capítulo tiene una brevedad, un salvajismo y una contundencia que se ajusta a ese único final válido que un lector como yo está deseando. El salvajismo descarnado, el egoísmo y la ceguera de la sociedad global y de la americana en especial que se muestra en esta novela la hacen mucho más intensa que la antes citada de Zanzibar. Con ello se logra un libro más directo y descarnado, una lectura más satisfactoria.

Vamos, que mejora a Zanzibar.

Y de paso nos hace pensar (y casi aterrorizarnos) ante lo que le está pasando al planeta, un mundo dirigido por una serie de personajes por desgracia nada diferentes de los de la novela. Tanto que casi dan ganas, como más de una vez se dice en el texto, de no tener hijos. ¿Para qué, para que vivan en ese mundo de mierda? Ya hay una generación perdida por un efecto casi Brunner. ¿Hasta qué punto debemos llegar para que no sucedan los acontecimientos del final del libro?

Lo dicho, una obra maestra, una lectura obligatoria, más si cabe en estos días de globalización y revolución.

¿Qué nota se merece? Un merecidísimo 9.

Chau.

Seguimos con ejemplos de los que nos gobierna

Hola, ofidios.

Hace unos días hablaba de una elementa que tiene un cargo oficial pero que, sin embargo, se puede decir que no sabe hacer la O con un canuto: me refiero a Isabel López i Chamosa.

Como alguno que otro ya sabrá, durante unos días esta señora adquirió fama (de ese tipo efímero y muchas veces patético que abunda en internet) por la horrible sintaxis, por nefasta y vergonzante manera de expresarse, ya hablando (y admito que ese aspecto resulta en gran medida excusable, dado que cada uno tenemos una serie de dejes o acentos que hemos ‘mamado’ desde pequeños y que resulta muy difícil abandonar), ya escribiendo en un blog. Como ya dije el saber escribir no tiene ninguna excusa para un cargo público, y menos aún en el caso de uno que se permite el lujo de admitir que lo escribe mientras se sienta en el hemiciclo (acumulando tiempo para conseguir esa pensión que a otros les niegan).

Pues bien, en el blog de esa señora se acumularon numerosos comentarios en su contra, la inmensa mayoría de ellos en referencia a su pésima manera de escribir. Para defenderla saltaron a la arena un par de personas, que demostraron su incapacidad no sólo para argumentar, sino su disposición a rebajarse a ese nivel de discurso que ellos mismos declaraban detestar. De igual manera saltó la propia Isabel, sólo para excusarse soltando la desfachatez de que escribía lo que escribía con mucha prisa porque lo hacía desde su escaño.

Sin más comentarios.

Entiendo que al partido (y por supuesto a la aludida) moleste el manteo que ha sufrido esa persona, pero es que no tenía defensa posible visto el despropósito de su blog. Lo que no se entiende es que las decenas de comentarios de esa entrada hayan sido literalmente borrados del mapa, eliminados sin dejar rastro (incluso sin dejar rastro dentro de blogger) dejando colgados en la web menos sólo diecisiete.

2011-01-17 ELeccionesCatalanas

Pero de algo sirve lo de ‘afiliarse a los comentarios de una entrada’: aquí están en formato imagen, dado que no he sabido sacarlos del gmail de otra manera sin que pierdan el formato, casi todos (los que tengo almacenados desde que me adherí a la entrada.

Comentarios Chamosa 1 Comentarios Chamosa 2 Comentarios Chamosa 3 Comentarios Chamosa 4 Comentarios Chamosa 5

Si la señora Isabel, o alguien de su partido, ha pretendido eliminar/censurar los comentarios desfavorables que contra ella y su manera de escribir algunos internautas han colgado, va a ser que no.

Un saludo y no uséis la censura, políticos, que quedáis peor aún. Si cabe.

Balance de lecturas 2010

Hola, ofidios. Tal y como ya hice el pasado año, aquí va (más que nada para mí, que me encantan estás chorradas estadísticas sin sentido) el sumario de lo leído el pasado año.

 

Fecha fin lectura Autor Título

Valoración

Género
08/01/2010 John Varley Y mañana serán clones

8

Ciencia ficción
02/02/2010 David Brin Tierra

6

Ciencia ficción
13/02/2010 Alfred Bester Las estrellas mi destino

4

Ciencia ficción
25/02/2010 Neil Gaiman Objetos frágiles

4

Fantasía
06/03/2010 Jack London El lobo de mar

6

Aventuras
09/03/2010 Brian Lumley Demogorgo

3

Terror
17/03/2010 Isaac Asimov El hombre del bicentenario

5

Ciencia ficción
22/03/2010 George H. White La gran saga de los Aznar, tomo 3

7

Ciencia ficción
30/03/2010 George H. White La gran saga de los Aznar, tomo 4

6

Ciencia ficción
09/04/2010 George H. White La gran saga de los Aznar, tomo 5

6

Ciencia ficción
24/04/2010 Dan Simmons El terror

8

Terror
27/04/2010 Rafael Marín Mundo de dioses

4

Ciencia ficción
18/06/2010 Stephen R. Donaldson La necesidad de Mordant

5

Fantasía
28/06/2010 Dmitri Glukhosvsky Metro 2033

6

Ciencia ficción
17/07/2010 Poul Anderson La nave de un millon de años

4

Ciencia ficción
18/07/2010 Joe Haldeman Compradores de tiempo

5

Ciencia ficción
23/07/2010 Michael Moorcock Las crónicas del castillo de Brass

6

Fantasía
28/07/2010 Rodolfo Martinez Tierra de nadie: Jormungand

6

Ciencia ficción
31/07/2010 L. Sprague de Camp Que no desciendan las tinieblas

5

Ciencia ficción
17/08/2010 AA.VV. UPC 2002

6

Ciencia ficción
25/08/2010 A.A. Atanasio Radix

9

Ciencia ficción
31/08/2010 Max Brooks Guerra Mundial Z

8

Terror
06/09/2010 Robert C. Wilson Darwinia

4

Ciencia ficción
13/09/2010 David Morrell Rambo

8

Thriller
28/10/2010 Clive Barker Imajica

3

Fantasía
05/11/2010 Frederik Poh Mineros del Oort

4

Ciencia ficción
13/11/2010 Stephen Hawking Brevísima historia del tiempo

6

Ensayo
17/11/2010 Robert E. Howard Conan el Guerrero

7

Fantasía
12/12/2010 Iain M. Banks Pensad en Flebas

6

Ciencia ficción
19/12/2010 Robert E. Howard Conan el Usurpador

8

Fantasía

A modo de resumen, y comparando con el año anterior:

  • He leído un poco mas, 29 referencias frente a 23, si bien de esas 29 hay incluidas un par de sagas como ‘todo uno’.
  • Más páginas,  1217 (casi un 30% más, que se dice pronto), que hacen unas 33 páginas diarias. Sigue siendo poco, pero más que el año pasado.
  • De nuevo hay más que nada cosas de cifi, pero ya he intentado yo que la pila no imponga tanto su ley.
  • La valoración media de lectura ha resultado penosa, un seis ramplón, y es que me he topado con auténticos bodrios, de los gordos.

Entre lo más destacable del libro sin duda las primeras tres cuartas partes de El terror (una verdadera joya), Radix (de la que alguien en su día me avisó como ‘libro malo’ y mira por dónde…) o la sorprendente, por eso de que no me esperaba algo tan bueno, Guerra Mundial Z.

Bueno, esto ha sido todo en lo que se refiere a lecturas del 2010. A ver cómo se porta el 2011.